Antes de comenzar clases en la universidad tuve la maravillosa experiencia de conocer Rio de Janeiro.
La verdad nunca imaginé que una ciudad pudiera ser tan hermosa como lo es Rio de Janeiro. Realmente su apodo, Cidade Maravilhosa, le queda pequeño. Sus paisajes y sus personas son mágicas. Las palabras no me alcanzan para describir lo bella que es esta ciudad. El reflejo del sol sobre el mar hacia parecer como si una hada hubiera pasado sobrevolando la ciudad y dejando polvo de magia sobre el paisaje.
Para aquellos que se estén preguntando que tan lejos esta Rio de Janeiro de São Paulo, en avión es una hora y en bus seis horas. De por cierto, el servicio de buses entre ciudades en Brasil es excelente. Las terminales son organizadas, los buses son amplios y muy cómodos. Yo viaje en un bus de dos pisos en el cual uno podía extender la silla casi horizontalmente y dormir profundamente. Hasta onces y cobija ofrecen en el bus.
Por supuesto una visita a Rio de Janeiro no estaría completa sin una visita al Maracaná. Aunque eso no cambia el hecho de que... ¡Llegué tarde al mundial!