¡Un sueño realizado! - Recuerdos y reflexiones del intercambio.
Recuerdo un día en particular del otoño de 2010 en el que estaba en mi computador y por casualidad escuché una vieja canción que me gustó mucho. Su nombre era “Lambada” y con su ritmo sentido, alegre y relajado, me atrapó dejándome embelesada viendo su video lleno de diversidad y contrastes.
Como siempre me ha gustado aprender idiomas, ese día busqué las letras de la canción e intenté aprenderlas de memoria, fue mi primer acercamiento al idioma portugués. Mientras hacia eso, me puse a soñar despierta y pensé: “El próximo mundial de fútbol será en Brasil, qué divertido sería llegar a aprender portugués y vivir allá un tiempo”.
En ese momento para mi Brasil era eso: un sueño. Un sueño tal como cuando uno se imagina ganar la lotería, un sueño que por más agradable que sea, parece pertenecer a la tierra de la fantasía. Poco a poco fue pasando el tiempo y sin darme cuenta me fui enamorando de Brasil. Cada vez que me cruzaba con alguna información relacionada con este país, simplemente la devoraba con vehemencia.
I'm totally obsessing over São Paulo. I totally want to be there right now.
— Viviana Márquez (@vivmarquez) January 20, 2012
Antes de arrancar mi carrera, aproveché la oportunidad para estudiar portugués durante cuatro meses en el Instituto de Cultura Brasil-Colômbia (IBRACO). Fue una experiencia muy bonita porque los profesores se esmeraron no sólo por enseñarnos el idioma, sino también la cultura del país. (Obrigada profes Adriana, Jorge, Mauro, Karen e Roanita!)
Cada uno de mis compañeros estudió portugués por algún motivo en especial. Algunos porque querían estudiar en Brasil, otros porque buscaban oportunidades de trabajo y algunos otros porque perseguían el amor. Mi motivación en particular era llegar a vivir en São Paulo y estudiar en la Universidade de São Paulo, la mejor en producción científica en toda América Latina.
Ha! Amanhã já e a minha formatura do português em Ibraco. O tempo voa muito rápido! Quero viajar já pra o Brasil pra melhorar o meu sotaque!
— Viviana Márquez (@vivmarquez) August 1, 2013
Ese sueño, ese aquel que unos años atrás parecía tan lejano y que paulatinamente fue tomando forma, se convirtió en una meta tangible gracias a mi querida universidad Konrad Lorenz.
Cinco estudiantes de la universidad salimos favorecidos bajo el programa "Becas Iberoamérica Estudiantes de Grado Santander Universidades" para realizar un intercambio académico durante el semestre 2014-II.
Me siento profundamente agradecida con la Oficina de Cancillería y la Facultad de Matemáticas e Ingenierías que acogieron con gran entusiasmo mi propuesta de ir a estudiar a la Universidade de São Paulo (USP) y me apoyaron durante todo el proceso de admisión que duró casi cuatro meses.
Es la hora que mi corazón aún se regocija al recordar todo el cariño y apoyo que me brindaron profesores, compañeros y administrativos para emprender este viaje de la vida. Es una sensación que me hace sentir que la Konrad Lorenz es verdaderamente una familia. Mi familia.
Falando português! Ainda não acredito, meu sonho virou realidade! Estou no Brasil!
— Viviana Márquez (@vivmarquez) July 17, 2014
Es hora de dormir... Tendré que despertarme mañana para darme cuenta que sí es una realidad. ¡Estoy en São Paulo!
— Viviana Márquez (@vivmarquez) July 17, 2014
Es difícil describir lo que sentí cuando llegué al aeropuerto de Guarulhos - São Paulo. Se podría decir que era una mezcla entre incredulidad y felicidad total. Fue una sensación que perduró durante casi toda mi estadía en Brasil. Frecuentemente cuando estaba en la calle de repente le decía a mis amigos "Não acredito!" (¡No me las creo!), a lo que me respondían "Acredite sim! Você está no Brasil!" (¡Créelo! ¡Estás en Brasil!).
Entre mis recuerdos, destaco el día cuando conocí la Praça da Sé. Durante mucho tiempo vi la iconica catedral en postales, revistas, libros e internet. Incluso la imaginé con un ambiente parecido a la basílica de Lourdes. Pero estar allí en vivo y en directo, sentirme parte de la postal, fue un sentimiento surreal. Era increíble estar justo en el centro de la ciudad, donde arrancan todos los caminos de la gran São Paulo. Y por su puesto, tenía que sacar una foto de mi bandera colombiana justo allí.
Otro momento surreal lo viví cuando conocí Foz de Iguaçu, una ciudad al sur de Brasil. Allí se encuentra el Marco de las Tres Fronteras. Desde la esquina brasileña, se puede divisar Paraguay y Argentina, separadas por los caudalosos ríos Paraná e Iguazú. Estando allí recordé mis clases del colegio cuando tenía que dibujar en papel pergamino la famosa triple frontera y tuve un momento de epifanía: estaba viviendo con mi propia piel las clases de geografía, y también, las de historia. Durante mi tiempo de intercambio, aún quedaban los rescoldos de la Copa del Mundo 2014, ocurrió la elección presidencial donde ganó por segunda vez Dilma Rousseff y viví una de las huelgas más largas en la historia de la Universidad de São Paulo, entre otros. Adquirí más sensibilidad social, desarrollé nuevas habilidades para sortear las circunstancias difíciles, tuve la oportunidad de compartir con personas de todos los andares de la vida, de hablar el portugués y de vivir un sinfín de experiencias nuevas e inolvidables.
Estaré eternamente agradecida con Renoir y su familia por recibirme con tanto cariño los primeros días en la gran São Paulo, con Elisângela por ser la cara amable del Instituto de Matemática e Estatística, con Doña Claudia y todos mis compañeros de la República Afrânio Peixoto 180 con quienes formé una hermandad muy especial y con el Profesor Jorge Mélendez por sus valiosas enseñanzas en la clase de Divulgação em Astronomia.
Es la hora que me lleno de saudade (añoranza) al pensar en mi Brasil. Vivir en São Paulo cambió la forma en que percibo el mundo y me agrandó el corazón al agregar una bandera más en mí. Con este intercambio, cumplí un sueño, y lo mejor de llegar a la cima, es que, se puede divisar un horizonte más amplio con más sueños por cumplir. ¡Nos vemos meu Brasil! ¡A conquistar el mundo!